Del 9 al 15 de agosto de 2021, una asamblea de trabajo reunió a laicos y hermanas que se encontraron en La Puye. Procedentes de Francia, España, Italia, Costa de Marfil y Argentina, vinieron al lugar o participaron por video; experimentamos una fuerte semana de fraternidad, intercambios, alegría, y oración. Juntos, trabajamos en la redacción de un Libro de Vida para la Familia de las Hijas de la Cruz.
Esta asamblea nos ha permitido comprender mejor las realidades de cada país y hacer crecer lazos de fraternidad entre nosotros. Comenzamos esta semana con una peregrinación a los lugares fundacionales, para alimentarnos de nuestras raíces: la escalera de St Pierre de Maillé, los Marsyllis, la gruta de la cancerosa, Molante, St Phèle...
¡Incluso hoy, el Espíritu alienta! En la estela de Andrés-Huberto y Juana Isabel, como María Laura, los laicos y las hermanas se comprometen a acercarse unos a otros, a enseñar y curar, en la sencillez del Evangelio.
Durante 4 años, en los diferentes países, los laicos han reflexionado sobre vías comunes, para expresar cómo se sienten llamados a vivir el carisma en su vida cotidiana. Compartieron sobre la oración, sobre la misión, sobre la construcción y organización de la Familia... Por su parte, las hermanas también reflexionaron sobre los vínculos con los laicos y sobre la diversidad y complementariedad de nuestras vocaciones, para vivir juntos la misión. Este trabajo tan rico sirvió como base para la redacción de un Proyecto del Libro de la Vida.
Durante la asamblea, guiados por Sor Agnès Lang (de la Providencia de San Juan de Bassel), intercambiamos en sesión plenaria y en pequeños grupos, reflexionamos personalmente, debatimos, pegamos “post-it”, modificamos los textos y votamos levantando nuestras tarjetas verdes, blancas o rojas. La oración, la convivencia, los encuentros y el descubrimiento de las realidades de nuestros diferentes países marcaron esta semana tan rica.
Personalmente, 3 momentos me marcaron particularmente:
Conscientes de la gran diversidad de laicos y grupos que viven del carisma, reunidos en la Fraternidad de las Hijas de la Cruz, proponemos a quienes lo deseen: dar un paso más, comprometiéndose según el Libro de Vida, en la Familia de las Hijas de la Cruz.
¡Se abren nuevos caminos! A lo largo de este año que nos llevará al capítulo, los grupos continuarán trabajando en el Libro de Vida, especificando las modalidades de este compromiso y la organización de la fraternidad y la Familia.
¡Que Andrés-Huberto, Juana Isabel y Maria Laura nos acompañen en el camino!
Florence Davost, miembro du CILS.