Maillé – Molante
Capítulo General 2004 - Sr Marie de Magdala
Maillé – Molante
El Buen Padre llama a Isabel que había pedido un tiempo de estancia en Poitiers para aprender la vida religiosa. « ¿En que piensas, hija mía ? Dios te llama… Date prisa » Lapequeña comunidad no se queda en la Guimetière de Béthines… Su Formación espiritual demanda un acompañamiento del Padre Père Fournet, y por eso se va a acercar a Maillé y se estabece en Molante. Molante, un pequeño castillo rodeado de bosque, cercano al pueblo, con dependencias que servirán para acoger a las huérfanas y los enfermos.
Molante :
Lugar donde se viene a extraer de la fuente: la vida espiritual, la comunidad, la misión.
Lugar de la ruptura para Isabel y para las otras hermanas. (cambio de lugar, de entorno de estilo de vida.)
Lugar de enraizamiento. (están ahí para una misión que demanda duración e implicación de personas)
Cada una de las 5 hermanas de Molante ha recibido a su manera la llamada del Padre Andrés y de Sor Isabel.
Dios te llama al combate… Apresúrate a venir aquí
Dios te llama :
En primer luagar es un enfoque de fe para cada uno de ellas
El deseo de Dios había conducido a Isabel a los Marsyllis
Dios continúa llamando y les señala el camino,
Dios continúa llamando a otras jóvenes con Él y para Él.
El sacerdote es garante de la llamada y testigo de la respuesta.
al combate :
El seguimiento a Jesús no es por un camino fácil. El Buen Padre lo sabe por experiencia persoanl. (Su conversión, sus luchas, sus dudas…)
« Si alguno quieres venir en pos de mí, que se renuncie a sí mismo, tome su Cruz y me siga… »
Apresúrate :
El Buen Padre conoce las necesidades y son urgentes… hay niños, enfermos…, moribundos… cada día cuenta « La caridad de Cristo nos urge » escribe, a menudo en sus cartas.
No hay sacerdotes para las necesidades espirituales, ni ayuda para las necesidades materiales… Amor y piedad.
A venir aquí :
Aquí, para nuestras primeras hermanas, era Molante. Cada una llegó allí, es decir, dejó su familia, su casa. (Madeleine, Véronique, Marianne)
Venir aquí implica icorporarse a otro estilo de vida, de vida común, donde cada una debe hacer crecer sus talentos en una tierra común, para una misión común…
¿Qué significa aquí para nuestras primeras hermanas en Molante ?
Aquí- Lugar de la fuente donde es posible la profundización espiritual, que va a dar su sentido y su impulso a la orientación misionera.
Aquí – lugar de la comunidad, de compartir la vida: comida, oración descanso y misión; para las hermanas entonces presentes, una experiencia con la diferencia de personas, de gustos, de carismas, de formación.
Aquí- el lugar de la oración comunitaria y también personal, el lugar de la adoración eucarística, de la misa, de la restauración diaria, de la posibilidad de silencio y de recogimiento.
Aquí el lugar de los votos, que han emitido juntas, teniendo como garante al párroco de su parroquia, por tanto, en Iglesia, vínculo muy fuerte entre ellas. (hasta entonces, emitían votos privados).
Aquí- el lugar donde se vive en Iglesia:
El Buen Padre escribe entonces a un sacerdote: Una asociación de santas jóvenes reunidas en Molante, que se entregan al cuidado de los enfermos de la zona y a la instrucción de la juventud, de muy santas mujeres diseminadas en los distintos pueblos y de un puñado de hombres, eso es lo que compone entre nosotros La Iglesia de Jesucristo.
Aquí- el lugar de la misión :
Misión de proximidad, de respuesta a las necesidades concretas de la gente, en el orden espiritual y en la vida ordinaria, dando la prioridad a los pobres y a los que sufren (niños a quienes hay que instruir, enfermos a quienes cuidar, apertura de la casa: acogen en en ella a niños, enfermos, ancianos) Es el aquí de la misión que pronto se extenderá a otros lugares.
Aquí- es su hoy ; siempre es hoy…
No soñar con tiempos pasados, ni con futuros hipotéticos. Es hoy, en 1806, cuando se cumple la Palabra, cuando se que acoge el Don de Dios. En Molante no había nada que reproducir; todo está por inventar (situación muy diferente a la de algunos años después de la Restauración); al mismo tiempo, fuerza (ímpetu) y debilidad (posibles errores), hay que ponerse humildemente bajo la guía del Espíritu.
Aquí es en todas partes, donde quiera que vayan nuestras hermanas, dónde iremos después... durante 200 años.
Aquí es donde sabremos, tal como somos, donde reconoceremos y acogeremos en nuestras vidas, el don de Dios por excelencia, la persona de Aquel a quien el Buen Padre nombró con tanto corazón "Nuestro Señor Jesús".
Conocer, reconocer el rostro de Aquel a quien el Buen Padre nos presenta como "La luz del mundo" y para quien, las Hijas de la Cruz se reunieron en Maille "para adorar por Él, con Él y en Él la Santísima Trinidad. »