Filles de la croix

 « Servir a Cristo es reinar. Heme aquí! Yo  Teresina Mainetti llamada Sor Maria Laura. Amén. Alleluia.
Suscipe, Domine, universam meam libertatem, memoriam, intellectum, voluntatem… (Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria. Mi inteligencia y mi Voluntad… )

La alegría de mi servicio en cada momento conforme a tu divina Voluntad.
Amorem tui solum cum gratia tua mihi dones et dives sum, satis ». (« Sólo te pido tu amor y tu gracia y seré rica, eso me basta »  Ignacio de Loyola )

 

« Bendito sea el Padre, Dios de ternura: Él te da el tesoro escondido en un campo. Con alegría «  Ve, vende todo lo que posees y compra ese campo »  Mt 13,44  

 

« Tu mirada se posa en mí. Mirada de gran ternura de Padre, de hermano, de amigo, de esposo. Yo también te miro, te busco, te amo, yo fijo mi mirada en ti. Pero en la fe. Es confianza en tu Palabra. Es la expectativa de la salvación. Es la alegría de tu Presencia. Tu Palabra de perdón me vuelve a unir, gracias por tu perdón. Dame la alegría de la salvación. Padre, Tú esperas a tu hijo que está malgastando los dones recibidos de ti.  Él no te agradece, Se apropia, Malgasta  Atráeme a Ti, Padre, Enséñame el silencio que adoro, la obediencia amorosa.

 

Enséñame a acogerme de Ti cada día. Mi vida, mis pensamientos, mis deseos, mis anhelos, mis expectativas, te pertenecen.
Mis impulsos son para ti. Mis recuerdos y mis sueños son para ti. Tú el Esposos, Tú el amigo, Tú la belleza, Tú la armonía de la creación, Tú la luz, el canto. Tú la paz profunda a la que aspira mi corazón. Tú la paz en las familias. Que la paz venga a mí, a nosotros, al mundo. Tú eres la vida. Tú eres el amor.
Pues Tú das… pues Tú nos das la vida cada día. Enséñanos el compromiso en lo cotidiano, en la monotonía. Concédenos comprometernos por un futuro mejor, colaborar contigo por un futuro mejor. Tú eres el Padre de cada hombre. Yo no te he visto nunca, pero todos somos tus signos en el mundo. Tu ternura se une a mí... No siempre te entiendo pero sé que me amas.”

 

"Al igual que Pedro, estoy tentada  a decir: 'No te conozco...' Sí, me gustaría conocerte poderoso, fuerte, inmediatamente ganador... por el contrario, hay que esperar,  espera larga, una expectativa dolorosa que tiene el sabor de la  derrota, del fracaso, de la bancarrota, de la burla, del rechazo. Me canso de esperar que seas victorioso y vencedor en mí... "

 

"Eres tú Jesús quien tiene la iniciativa de buscarme, eres tú quien se me acerca en el camino. Eres tú quien me quema el corazón cuando leo las Escrituras. Solo esperas que te reconozca, que te vea sólo a ti... "

 

“Yo te busco. Abre mis ojos para verte. Abre mi corazón al asombro. Que yo pueda verte, acogerte, dejarme amar por ti.”

 

“Haz que pueda descubrir tu Presencia en tus signos: la Eucaristía, el pobre, la comunidad, la cruz.”

 

“Dame tus sentimientos, Jesús, los de las Bienaventuranzas, el pobre que tiene confianza, se abandona… el niño que se siente amado, la aflicción que participa de la de Cristo que es salvación, la misericordia, la benevolencia, la pureza de cuerpo y de corazón, la humildad.”

 

“Llamo a tu puerta, mi Señor, mi Esposo bien amado, para pedirte la fuerza de vencer mis susceptibilidad y el espíritu vengativo que trata siempre de tener razón. Qué esfuerzo para aceptar las humillaciones. ¿Cómo podré aprender de ti la humildad? Mirándote.” 

 

 “Señor, qué fácil hacernos ilusiones sobre nosotros mismos. Ilumíname acerca del valor de mi vida a tus ojos, Tú   eres el único que me ve en su justa medida… Líbrame de la importancia que doy, a pesar de mí a lo que hago, a lo que realizo en concreto. Me arriesgaría a quedar deslumbrada mientras que para Ti nada tiene valor más que la caridad. Que mi única ocupación y “preocupación” sea la de amarte. La de amarte a Ti por Ti mismo y en todas las encarnaciones que me rodean. Amarte por encima de todo, por encima de mí misma.”

 

 “Siento tu mano sobre mí. Incluso en la oscuridad de la noche y del pecado, me ves, me llamas, me invitas a  hablarte, a contarte mis vicisitudes alegres y tristes. Me consuelas, me perdonas, me comprendes, me animas.

Fortalece mi voluntad, pues mi voluntad es débil. Enséñame a hacer tu voluntad. Jesús, Tú que has amado la voluntad del Padre cuando te pidió el sacrificio de la vida por mí, para hacerme entrar en tu casa, siempre, enséñame también a darme generosamente, a decirte mi sí incluso si no comprendo, incluso si mi corazón llora.  Enséñame a tener paciencia conmigo y con los otros…

Tú tienes un tiempo para consolarme. Incluso si no entiendo nada de Ti te busco, te amo, mi corazón tiene sed y hambre de los  gozos profundos y verdaderos.

El pecado, el mundo, el dinero, el éxito, el poder, la moda proporcionan alegrías efímeras que al pasar te dejan las manos vacías y con un poso de amargura.

Te preguntas: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Dónde está Dios en esta situación de muerte? Dios no quiere la muerte. No la quiso para Jesús porque lo resucitó. Él vencerá todas nuestras muertes. Su corazón de Padre vencerá para siempre la muerte, último enemigo del hombre. Pero se hoy vencedor de la muerte que hay en mi alma: el pecado, es la muerte. ¿Cuál es mi pecado? Revélamelo, oh Dios mío, y perdónamelo.”

 

“Te lo suplico, habla a mi corazón- calienta mi corazón- Dame la alegría de quedarme contigo”

 

“Lo que más alegría me ha producido es que te hayas dignado servirte de mí para ayudar a alguna persona en necesidad. ¡Seño, ten piedad de mí! Yo soy un granito de arena. Todo lo que hago de bello, en la acción o en la colaboración es únicamente mérito tuyo,”

 

“Te busco de todo corazón, respóndeme. ¿Dónde? En lo cotidiano. ¿Cuándo? En los momentos de cansancio, de dolor, de sufrimiento. ¿Cómo ? En la Palabra, en kos sacramentos, en las personas.”

 

 “Que pueda anunciar tu amor a cada persona toda mi vida y a todo el mundo”

 

“Gracias, Jesús, les he ayudado a ser protagonistas, pero no competitivos en el juego”

 

“Gracias, Señor, hemos orado con calma, sin prisa. Todos han participado con alegría. Esos niños son todos tuyos. Tú los amas.”

 

“Te he encontrado… Te veo en los pequeños de la escuela maternal. Te veo en… es incluso fácil, pero no siempre, en sus caprichos: a veces es más fácil atreverse, perder la paciencia, que no pedirte la manera de amar.”

 

“Jesús, Tú eres el Amor! Te he llevado en comunión a una señora mayor. Tú grande, poderoso, sabio, misericordioso, Tú has querido servirte de mí. ¿Por qué, Jesús? Ten piedad de mí. Dame un corazón nuevo y pensamientos de humildad” 

 

“Busco tu rostro, Jesús (porque Tú me buscas). Acaso se sonreír, extrañarme, maravillarme, acoger, dejarme acoger por Ti? Creo, pero aumenta mi fe.”

 

 “Espíritu Santo, te suplico que vengas en ayuda de mi debilidad. A veces no sé que pedirte, pero tu escrutas la profundidad de Dios en mí y Tú sabes la necesidad de cada persona a la que Tu me envías. “Vete, enseña…”

 

“Tu envío es fuerte. Tú eres poderoso. Tú eres mi Dios. Tú eres amor. Tu propia gloria. La gloria del Padre se ha revelado en la Cruz. Te adoro, Dios mío, mi Papá. Deseo que Tú seas el Único y el Primero, el todo de mi vida. Perdóname, pues desgraciadamente no siempre actúo así. Ten piedad de mí. ¡Jesús, Padre de los pobres, ten piedad de mí!”

 

“Señor, toma lo poco y la miseria que soy. Te doy todo, que jamás dé marcha atrás por una excusa cómoda de ‘no soy capaz’. Por Ti, por el Reino, por el anuncio, que sepa dar siempre, dar todo sin miedo, sin vergüenza, sin temor al resultado o a la mala imagen. ¡Lo importante es decirte Sí cuando Tú me pides mis 5 panes y mis dos peces. Incluso si los otros no los parecían, incluso si eso parece inútil.”

 

“Buscarte en la creación, en las personas y sobre todo en los más necesitados, en el hoy, en la comunidad.En los rostros cotidianos” 

 

 “Jesús solidario con el último. Ahí está el lugar donde ella lo encuentra. Ahí te busco, Señor…Abre mis ojos para verte. Abre mi corazón para maravillarme”

   

Sor Maria Laura, al hablar de los jóvenes, afirmaba: “¡El único bjetivo de mi vida!” ¿Por qué esta predilección? En otro lugar precisa: “… En la sociedad de hoy son los pobres entre los pobres pues son los más influenciables.”

Sí pobres, pues a menudo desorientados, desarraigados frágiles, descartados, ahogando un grito no fromulado.

 

« Jésus aide-moi à te reconnaître en eux, à les conduire à Toi. »

 

“Gracias Jesús, por la diferencia de mis hermanas…Yo no las miro siempre como un don. Estoy tentada de sentirme harta por aquella que es demasiado dinámica, quizá porque se me parece.”

 

“Te ofrezco mi vida por ellos”. “Sobre todo la oración silenciosa, la Eucaristía, la ofrenda de la vida”
Jesús, hay demasiada gente unida a Ti por el Bautismo que camina por rutas opuesta s o paralelas. No son conscientes de que Tú mismo, este año quieres actualizar para ellos el don de Tu vida.
Jesús, Te pido por ellos y Te ofrezco mi vida por ellos”

 

“Este periodo anterior a la Pascua, dedicaré la mirada, el pensamiento, la oración, la ofrenda de mi vida por aquellos que no conocen a Jesús, que no le bendicen.”

 

“Oh Jesús Crucificado,
Por tu cabeza inclinada
Enséñame la obediencia,

Por tu cabeza coronada de espinas
Enséñame la humildad

Por tu silencio
Enséñame la paciencia

Por tu sed
Enséñame la sobriedad

Por tus brazos abiertos
Enséñame el amor al prójimo

Por tu corazón traspasado
Enséñame el amor de Dios

Por tu cuerpo desnudo
Enséñame la pobreza

Por tus miembros ensangrentados
Enséñame la mortificación

Por tus clavos
Enséñame la fidelidad a mi Bautismo y a mis votos. 

(22 de agosto de 1995)

 

“Oh Padre, Tú  eres ternura. Yo no soy capaz de perdonar, pero incluso un niño si pulsa un botón puede levantar un quintal. El botón es pedir la ayuda del Espíritu Santo, la ayuda de la gracia, apoyándose en el hecho de que es un Hijo. Si me abro, si soy humilde, si oro, Jesús continúa perdonando en mí. Soy fuerte en Él que es mi fuerza. Anunciaré a los jóvenes que creer en JesuCristo significa ser capaz de amar y de perdonar”

 

“Envuelta en el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, estoy unida día y noche a Ti, Santísima Trinidad, más que mi  alma está unida a mi cuerpo. Estoy en ti, Dios mío, más que mi sangre en mis venas. Tú me llevas en tu seno como la mujer lleva la criatura que ha concebido… Oh Dios, Tú eres mi vida, mi alimento… Tú eres quien me da vida y me  alimenta mucho más y mejor que una madre a su hijo,”

 

« Nuestro Carisma nos lleva a contemplar a la Santísima Trinidad inclinada sobre el hombre para realizar su proyecto de amor, de novedad, de vida. Sugiero un compromiso: Cada vez que hacemos sobre nosotras la señal de la Cruz (espero que al menos una vez al día) recordemos:

  • Hoy, actúo en nombre del Padre (en el puesto del Padre) creador, que ha amado tanto al mundo que le ha dado lo que tenía más querido, su Hijo Jesús, para que pudiéramos habitar eternamente su casa participando de su propia vida.
  • Hoy, actúo en nombre del Hijo (en el puesto del Hijo) que dijo: soy yo quien acepta morir por ti, por cada hombre, cualquiera que sea, pues tú eres preciosa e importante para mí, te amo y doy mi vida por ti.
  • Hoy, actúo en nombre del Espíritu santo (en el puesto del Espíritu de amor) dejando que su benevolencia, su perdón, su alegría, se expresen a través de lo que pienso, lo que digo, lo que hago.

Qué compromiso tan fuerte! Me arriesgaré a actuar en el puesto del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… pero sobre todo es un gran don.”