Intervención de Sor Beniamina

Sobre un cartel en la puerta de la capilla de la comunidad de Sor Maria Laura, está escrito:

Entra a orar: he visto tantas veces a María Laura, pronto por en la mañana o tarde por la noche, en oración, en la capilla: en profunda adoración, escuchando, largo tiempo en silencio...

Sor María Laura, Hija de la Cruz, tuvo una relación constante con el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo que, en la Cruz, revelan su identidad: el amor.

En esta relación amorosa, la Hermana María Laura supo expresar el amor incondicional que caracterizó su vida.

Ella misma leyó su vida a través de lo que llamó "las constantes de mi vida":

1 - Una alegría profunda, más allá de las inevitables dificultades diarias.

2 - La certeza de una Presencia, la de Cristo Resucitado que, encarnado en mi historia cotidiana, me ama, me perdona, me renueva y nunca me abandona.

3 - Amor a cada persona como tal y como encarnación de Cristo, especialmente a los pequeños, a los jóvenes, a los menos amados.

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Rosario y catequesis en memoria de Sor Maria Laura

Rezar el Rosario - Los Misterios Dolorosos - pdf