De estilo neogótico, se construye entre 1868 y 1874, en el lugar donde se emplazaba la antigua iglesia de las monjas.
Al entrar, quedamos impresionados por la altura de las bóvedas y el juego de luz sobre las piedras y las vidrieras según el momento del día.
El altar mayor está adosado al coro. Jesús maestro y los cuatro Fundadores de órdenes: San Benito, Santo Domingo, San Francisco de Asís y San Ignacio están representados.
El altar frente a los feligreses tiene dos partes antiguas pero de estilos diferentes. La mesa y las columnas son de estilo Imperio. Debajo se encuentra el retablo de un autor del Renacimiento, en uno de los brazos del transepto de la vieja iglesia: en el centro, Jesús, y a cada lado: San Juan, San Roch, un abad y una abadesa.
Las tres vidrieras principales centran su interés sobre Cristo y el Misterio de la Cruz: El Sagrado Corazón, la Virgen de los Dolores, San Andrés. En el rosetón, Cristo Crucificado y los Santos Fundadores.
Los rosetones del transepto son reproducciones de pinturas: Jesús y los niños, y los discípulos de Emaus. El púlpito, de un gótico más ornamentado que la capilla, es de roble. Representa tres escenas: el martirio de San Andrés, la entrega de las llaves a San Pedro, y la madre de Santiago y Juan rogando por sus hijos.
Las cruces de consagración de los pilares son reproducciones exactas de aquellas de las iglesias del siglo XII, policromadas sobre fondo de oro.
Los capiteles y las nervauras de las bóvedas presentan elementos de la flora local esculpidos.
Cortando el extremo de la nave, la puerta del coro, en madera forjada, del siglo XVII, y las sillas del coro provenientes de la iglesia de las monjas.
La tribuna que sostiene el órgano es iluminada por un enorme rosetón.
Las vidrieras de los laterales representan, en la zona derecha, la imagen de una abadesa Fontevrista, San Pedro II, obispo de Poitiers, Santa Isabel de Hungría, San Phele y San Pablo. A la izquierda, Roberto d´Arbrissel, fundador de los Fontevristas, San Luis, Santa Radégonda, San Huberto y San Pedro.
Los Relicarios del San Andrés Huberto Fournet: en la zona izquierda del transepto.
La hornacina, con el nicho, construido en 1928, sigue el estilo de la capilla.
En bronce dorado, está colocada sobre un altar de piedra sostenido por seis columnas de mármol con capiteles y bases en bronce dorado que reposan sobre un mosaico en rojo y oro.
Este mismo mosaico tapiza el fondo de la urna decorada de volutas.
La inscripción en la parte superior es la oración de toda la vida del Santo: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.
La estatua de cera conserva las reliquias del fundador.
Los Relicarios del Santa Juana Isabel: en la zona derecha del transepto.
Construido en 1935, la hornacina, y la urna, en bronce en tono acero, con elementos dorados. El frontal es de esmalte azul y sobresale el Calvario en marfil. Sobre el altar de piedra blanca están los blasones de las familias paternas y maternas de Isabel, y sobre el suelo, las iniciales: Maria Isabel Bichier de Ages.
La inscripción “Jesús, Padre de los pobres, ten misericordia de nosotros” transcribe sus últimas palabras.
La estatua de cera contiene las reliquias. El habito es similar a la ropa utulizada por las mujeres de la región a comienzos del siglo XIX. Es el que eligió Isabel cuando ella decide consagrarse a Dios, pasar toda su vida “cuidando e instruyendo”, “glorificando a Dios y haciendo que le glorifiquen también los niños y los pobres”.
En el interior del nicho, sobre un medallón de esmalte policromado, el blasón de la Congragación, una gran cruz desnuda enlaza los corazones de Jesús y María, y San Andrés llevando su cruz en X.
El claustro actual es reciente: 1931 para la cara norte, 1968 para la parte occidental. No queda ningún vestigio del claustro Fontevrista.
El edificio que se encuentra hacia el sur, paralelo a la capilla, fue construido en 1852.
El gran edificio Fontevrista, en el oeste, se conserva igual que tras la restauración del siglo XVII. El tejado conserva su pronunciada pendiente y su cornisa.
La totalidad de la planta baja es ocupada por cavas y bodegas del siglo XII.
El patio rodeado por los claustros está construido sobre el cementerio de las Fontevristas.
En el centro de este edificio, un depósito que servía de fuente y recibía el agua de la3 Fuente de las Damas3, manantial situado a un kilómetro. Este depósito proveía de agua corriente a la zona inferior de los edificios.
El edificio del este, restaurado en los siglos XVI y XIX, es mayoritariamente ocupado por el gran refectorio de la comunidad.
Aquí está la "Pequeña Casita", antiguo salón de los Fontevristes, donde vivían el padre André Fournet y su hermana Miss Catherine. "La señorita Catherine no quiso abandonar a su santo hermano. Lo siguió hasta La Puye, habiéndose despojado de todas sus posesiones en Maillé en beneficio de los pobres". (Deodata p. 255)