Novena de un año con vista a la beatificación de Sor Maria Laura
La oración que ofrece la comunidad de Chiavenna el día 6 de cada mes no es nada nuevo. Un joven vicario y algunas personas comenzaron a caminar sencillamente con el rosario en la mano, recorriendo los últimos pasos de sor María Laura. Unos cientos de metros que esa frágil monja hizo aquella noche de junio del año 2000 hasta el lugar del martirio. Así, durante trece años, todos los meses, nos encontramos en ese camino que conduce a Via Poiatengo. Y el grupo ha crecido, la comunidad ha crecido y la oración se ha enriquecido. En los últimos años, las Hijas de la Cruz han trazado un camino espiritual que, recorriendo los misterios de la vida de Cristo, recoge algunos pensamientos de Sor María Laura.
Este año, en el cuadro de la preparación a la beatificación, el camino ha cobrado nueva vitalidad. El camino de la oración se ha invertido y va de la muerte a la vida. El día 6 de cada mes nos reunimos a las 9 de la noche en el lugar del martirio y nos dirigimos en oración a la Iglesia de San Lorenzo, lugar de vida, lugar del encuentro con Cristo Resucitado. Para María Laura, esta verdad de fe fue un aliento constante. Así escribió: "La certeza de una presencia, la de Cristo Resucitado que, encarnado en mi historia cotidiana, me ama, me perdona, me renueva y nunca me abandona". Por ello, nuestra oración mensual es un acontecimiento de vida, de encuentro con Cristo que vive entre nosotros y nos ofrece una experiencia cumplida, plena y resucitada. El Rosario está marcado por la contemplación de los misterios del día y finaliza con una meditación que retoma ciertos temas queridos por Sor María Laura. Es una oportunidad para que las comunidades de los dos vicariatos de Valchiavenna encuentren un momento de silencio, oración y compartir para que la santidad sea un don y un compromiso para todos.
Don Andrea, arcipreste de Chiavenna
Meditaciones dedicadas a Sor Maria Laura: