Filles de la croix

Una vuelta difícil pero ¡terreno misionero ampliamente abierto!

             En 1797, el Padre Andrés se arriesgó a volver del exilio : al llegar a Poitiers un miembro de su familia le dice  : «  ¡vas a que te maten !ous allez vous faire tuer ! la guillotina funciona permanentemente. » La situación es clara :  Va a tener que esconderse, vivir de nuevo recluido, y de todas formas el sacerdote no regresará a su iglesia ni a su casa parroquial… Sin embargo volverá donde su hermana y donde su parroquianos. Pues para ellos ha vuelto.

            La iglesia de San Pedro ha sido profanada repetidamente, convirténdode en templo de la diosa Razón, la casa parroquial ha sido requisada. Los revolucinarios están allí, tratando de perseguir y apoderarse de todo lo que recuerda al pasado.

Los cultivos fueron destruidos, durante varios añosseguidos : La gente tiene hambre. Un censo de 1806 muestra una disminución significativa de esa población esencialmente rural: de 2100 habitantes pasaron a 1800 … la vida social es difìcil, se desconfía y se tienen miedo. Se han quedado algunas familias burguesas en los 4 ó 5 castillos y ahí es donde el Padre Andrés se alberga y se esconde… no lleva el hábito talar para no hacerse notar pero… En varias ocasiones tendrá que enfrentarse a los gendarmes, escapando de la muerte por un milagro, e incluso impresionando a quienes lo amenaban.

            En este contexto, se difunde rápidamente la noticia: ha regresado el padre y celebra misas por las noches en cuevas o graneros bastante retirados como Cottés, Marsyllis. Y es en la clandestinidad donde va a nacer una nueva parroquia, y también un nuevo municipio que otra vez podrá llamarse Saint Pierre de Maillé : durante la revolución ¡sólo se decía « Maillé » !

En 1801, con la firma del Concordato, el párroco recupera su iglesia. Queda asegurada La libertad de culto.

En 1802, El Ayuntamiento comprará la casa cural. Andrés-Huberto permanecerá allí hasta 1820.

            Sin embargo la situación concordataria no está muy clara ; hay querellas  de campanarios con losmunicipios vecinos : el párroco de la parroquia de Saint Phèle había firmado la Constitución civil del Clero. El párroco de d’Angles rechaza el Concordato.. Nacen derivas sectarias hasta llegar al cisma llamado de la Pequeña Iglesi.

            El Padre Fournet trata de apaciguar, de devolver la confianza y comprendiendo el malestar genearla, toma estas situaciones en sus propias manos: decide organizar uan Misión. Reune las dos parroquias, St Phèle y St Pierre.

            Es un éxito : De nuevo se puede tocar el Ángelus ; los parroquianos se encuentran en la iglesia, se reunenpara rezar, recibir los sacramentos. El padre André no escatima sacrificios y reúne a los niños para la catequesis, propone meditaciones antes de la misa, tiempos fuertes de penitencia, visita a los enfermos.

            Se da una reconciliación con los lugares y con las personas. Hubieran hecho falta unos 10 años para volver a poner esta parroquia en situación de iglesia.

AG