Filles de la croix

1955: Las Hijas de la Cruz en el Zaire

 Habiendo sido obligadas las hermanas misioneras a abandonar China, las Hijas de la Cruz no tenían más “misiones lejanas”. No obstante, la llamada continúa en la Iglesia.

El superior de los Canónigos Regulares de Letrán pide unas religiosas para una misión en el Congo Belga.

En abril de 1953, el superior acude a La Puye para su petición. Dos hermanas son elegidas para esta misión. Ellas se van a Bélgica para hacer un año de formación (clases sobre el país o de medicina colonial).

En enero de 1955, las Hijas de la Cruz llegan a Kailo, provincia de Kivu, donde deben comenzar con su misión: clases para niños, chicas jóvenes, mujeres, pero también dispensario, maternidad y atención en diferentes puestos en la selva.

La casa de las hermanas la ha facilitado la sociedad minera que explota esa región y de la que depende el hospital. La escuela será la escuela de la misión.

En 1958, se abre una segunda casa en Punia para proyectos más o menos similares.

En 1960 se firma la independencia del Congo. El nuevo gobierno se encuentra pronto sumido en luchas y en una profunda agitación política, con partidos enemistados y bandas de saqueadores que enfrentan tribus contra tribus, aprovechándose de la debilidad e inexperiencia del Estado.

La situación se torna muy inquietante. Algunos misioneros son asesinados, algunas misioneras violadas.

Desde La Puye, se requiere a las Hijas de la Cruz. Ellas regresarán, con gran pena y sufrimiento.

Pero las Hijas de la Cruz ya han comenzado su andadura en África: ellas volverán.