La situación de Burkina en tiempo de la enfermedad del coronavirus
Burkina Faso se nuevo encuentra de nuevo con otra forma de terrorismo. Un virus se pasea por todo el mundo y todos conocen su nombre. Se llama coronavirus. Y para que conste, le agarramos a un niño del primer curso de preparatorio y le preguntamos: "¿Por qué no vas a la escuela?" "Porque hay una enfermedad llamada corona-vacaciones que nos obliga a quedarnos en casa...", respondió el niño.
Téngase en cuenta que este virus hace su primera aparición visitando China en primer lugar; y luego otros países conocidos. En nuestra querida África, precisamente Burkina, lo veíamos muy lejos; oíamos hablar de él, sin imaginar que un día este virus nos llegaría. Pero ¡Ay! El virus ha entrado en el país de los hombres íntegros, país que ya sufría este fenómeno real, el del terrorismo. Y la cuestión de la enfermedad por coronavirus, ¿no será otra forma de terrorismo para Burkina?
¿Cómo ha llegado el virus a Burkina? Y ¿por quién?
Como todos lo sabemos, después de China, el virus se propagó rápidamente por todo el mundo, causando el pánico entre las población.
En Burkina Faso, los primeros casos se confirmaron el 09 de marzo, convirtiendo a Burkina en el sexto país afectado en África Subsahariana después de Camerún, Níger, Senegal...
En cuanto a los dos primeros casos, fueron los de una pareja que se había quedado en Francia, específicamente en la ciudad de Mulhouse. Hoy en día Burkina registra más de doscientos casos. Observamos que al día de hoy hay al menos siete muertes, pero también personas sanadas. La situación se torna dramática. Surge un rápido aumento de casos. ¿Qué se puede hacer?
Ante esta pandemia, el presidente de Faso Roch Marc, anunció que ha tomado precauciones para tratar de detener la propagación del virus en el territorio Burkinabè. Estas medidas son las siguientes; (Prohibición de cualquier agrupación de más de 50 personas, instauración de un toque de queda, cierre de fronteras aéreas y terrestres, suspensión de empresas de transporte en el interior del país y, en estos días, cierre de todos los mercados. Como en todas partes, todas nuestras Iglesias, Mezquitas y Templos están cerrados, así como los centros de enseñanza, desde preescolar hasta la universidad. Todo está en cámara lenta.
El miedo al encierro está ahí. A la población le preocupa que los mercados estén cerrando. Unas hermanas del noviciado, que han ido a hacer las compras antes del cierre decían:
En los mercados es la carrera contra reloj. Todos se empujan. Hay que aprovisionarse para varios días.
La voz de la Iglesia de Burkina
La Iglesia de Burkina también ha asumido su parte de responsabilidad en esta lucha contra el coronavirus. Todos están preocupados por esta situación. De hecho, los obispos de la conferencia Burkina-Níger han dado directrices para una mejor prevención contra la enfermedad. Por lo tanto, invitan a todos los fieles católicos, sacerdotes, personas consagradas y laicas a observar y respetar las medidas indicadas por el Ministerio de Salud, así como las reglas de conducta específicas de la Iglesia Católica. A partir de entonces, se nos propuso una cadena de oración para confiarnos la Divina Misericordia, para que el Señor nos preserve de los diversos males que socavan nuestras sociedades humanas.
La comunidad del noviciado su interior tampoco ha permanecido indiferente a esta situación. Sigue también las precauciones como todos los demás. Sin embargo, el 9 de marzo acogió a las novicias que regresaban de su experiencia de misión en Europa. Y luego, el 19 de marzo, recibió también a Sor Hélène, Regional de África, que después del Consejo de Congregación no pudo regresar a Costa de Marfil debido a las medidas que habían tomado las autoridades marfileñas tras el COVID 19.
A pesar de todo, la vida continúa de manera diferente en la tierra de los hombres íntegros. No es un momento de desánimo, sino de oración y humor. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor. Los burkineses siguen confiando y creen en un mañana mejor.
En este momento fuerte de la Iglesia, nuestra fe cristiana se pone a prueba. Estamos invitados a vivir cada día los desplazamientos, a cambiar nuestros hábitos, nuestros comportamientos, a convertirnos y acoger lo inesperado.
En cada época de nuestra historia pasada o reciente compartimos los sufrimientos, las angustias, los temores... pero también la confianza segura de que la respuesta del Señor no tardará en llegar. (Mensaje del Vaticano para todas las personas consagradas).
Cada día unimos nuestra oración con la de la Iglesia Universal para presentar al Señor a toda la humanidad preocupada por esta pandemia.
Que Dios nos atienda y nos escuche.
Ouaga 26 de Marzo de 2020
Las Hermanas Jóvenes Hijas de la Cruz