¡Jóvenes que sus obras de amor resplandezcan en el mundo, escuchen y no tengan miedo! Son las palabras con las que el Papa Francisco nos invitaba a los jóvenes y no tan jóvenes que hemos participado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, Portugal.
De la Parroquia de Jesús y María de Madrid, España, hemos participado 141 jóvenes y adultos de la peregrinación hacia el encuentro con Jesús y el Papa Francisco y que fue animada por matrimonios del camino neocatecumenal.
Hemos sido testigos de una Iglesia en salida, en camino de renovación y al encuentro de los jóvenes desde la belleza artística:
- la danza que expresa la fuerza y el impulso misionero del Espíritu,
- la música tecno que nos despierta en un canto de Aleluya al Señor, la Gloria a la Trinidad y la invitación a la paz universal,
- las decoraciones creativas que expresan la alegría de la fe a la que somos llamados y llamadas a vivir y compartir.
Los jóvenes de Madrid nos regalan algunas palabras y fotos que atesoran de esta experiencia:
“Para mí ha sido una experiencia única y espiritualmente gratificante. Además de poder recordar y ver como Dios siempre está presente en nuestra vida me ha reforzado en mi fe”. MARÍA
“Para mí fue un regalo más para ver la gracia de Dios en mi vida. Desde el minuto cero que anunciaron en la parroquia que íbamos a la JMJ, solo dije, no tengo el dinero y no cuento con documentación para salir fuera de España. En mi corazón latía muy fuerte ese deseo, anhelaba mucho este encuentro... por fin, se hizo realidad. Cuando llegamos al lugar de encuentro en Portugal, sinceramente sentí una gran emoción en mi corazón al ver a tanta gente reunida de diferentes países, pensé: solo Dios Padre puede convocar tantos corazones para este encuentro... Fue una gracia ver esa multitud (…) no estamos solos, hay más personas que también siguen a Cristo... y eso es algo que me muestra que he elegido bien: sigo a un Cristo vivo que da una paz inigualable”. ARELIS
“Fue una experiencia profunda de bendición para toda la Iglesia y en especial para cada Joven... realmente volví renovada y con muchas fuerzas para continuar acompañando a los jóvenes en mis actividades pastorales. El campo donde hicimos la Vigilia fue un campo de Gracia realmente, Dios se derramó abundantemente con toda clase de bendiciones y los frutos espirituales pronto vamos a recogerlo en los lugares donde la iglesia Joven se desarrolle y crezca.
Aleluya a nuestro Señor”. TATI
Hna. Karina y comunidad de Hijas de la Cruz en Madrid