El día 9 de octubre en la Casa Provincial de Roma, Sor Susana Felice, Superiora General, Sor Anna Maria Di Pietro, Regional de Italia y Sor Gracy Çabalette, Asistente General se reunieron con representantes del Centro de Formación en Meditación Cristiana (CFMC). La hermana Marisa Bisi (Hija de la Cruz y fundadora del centro) también participó en el encuentro.
Hoy en día, hay muchos grupos de laicos en el mundo, más de 80, que se inspiran en el carisma de las Hijas de la Cruz (FdlC). El recorrido comenzó en 2014 con un encuentro internacional en La Puye. Un paso importante tuvo lugar el verano pasado durante un nuevo encuentro entre las hermanas y los representantes de los laicos. Fue allí donde se sentaron las bases para definir un camino espiritual, redactar un Libro de Vida, que unirá a los diferentes grupos de laicos afectos al carisma.
La "familia laicos y hermanas" es un universo muy diverso de grupos e individuos. Con el Libro de Vida, tratamos de definir los puntos en común. En el centro está la Palabra de Dios, el fundamento de la misión "Enseñar y curar".
Sor Susana recordó cómo el Centro de Meditación representa una realidad especial entre aquellos que se inspiran en el carisma de la FdlC, en razón también del reconocimiento oficial que han recibido de la Iglesia por el servicio que prestan.
Con la meditación cristiana, la CFMC trabaja en la edificación de la persona a partir de la palabra de Dios. La meditación cristiana es una forma de encarnar el carisma de “enseñar y curar” al servicio de la Iglesia. Para la Congregación y para una gran parte de la familia, esto es algo nuevo que puede enriquecer a la familia y a la Congregación. A su vez, el centro de meditación puede enriquecer su propia espiritualidad al continuar alimentándose con el carisma y al encontrarse con experiencias encarnadas de diferentes maneras por la congregación y por otros grupos de laicos. Los representantes del centro de meditación reafirmaron la necesidad de seguir alimentando y profundizando el carisma de la FdlC.
Diversidad, riqueza, complementariedad son los elementos que caracterizan a la familia laica y a las hermanas FdlC. La encarnación particular del carisma representado por el Centro de Meditación es la de responder a la necesidad de espiritualidad contribuyendo a través de la meditación a la construcción de la persona.
Sor Susana afirmó que la Congregación no es dueña del carisma, sino que lo ha recibido y encarnado en la vida religiosa y en el servicio. Asimismo, los laicos lo han recibido y encarnado de diferentes maneras en su vida profesional y familiar y en su particular forma de llevar a cabo la misión. Laicos y hermanas, en unión, pueden ponerse al servicio de los pequeños y de los pobres, como nos enseñaron los fundadores. Y la pequeñez y la pobreza, según el centro de meditación, no solo son materiales, sino que también pueden ser espirituales.
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