Nos hemos convertido de apostólicas en “monásticas”. Tenemos tan bien organizadas las jornadas que se desarrollan por lo mejor.
KTO, la radio cristiana, nos permite seguir las diversas celebraciones. La parroquia, rica en propuestas, nos une, nos conecta con el resto de feligreses y aún más.
También hemos recibido de Sr Susana, qué y cómo vivir la Semana Santa en relación con las comunidades de la congregación.
No hay reuniones religiosas, pero qué cadena de solidaridad, de atenciones... Las llamadas telefónicas de unos a otros estrechan los lazos. Incluso muy cerca en la calle, sin vernos, hablando entre nosotros, aplicamos el "quédate en casa".
Y, a las 8 p.m., nos encontramos con los vecinos, en ventanas y balcones, para aplaudir a los cuidadores, a las personas que trabajan con los enfermos, y en todos los trabajos esenciales para la vida y la salud así como a los voluntarios. Incluso Juliette, de 3 años, lo vive con nosotros. Dependiendo de la meteorología, el contacto continúa…
Hablaba de jornadas organizadas espiritualmente y en lo material con las tareas cotidianas…
Este período especial de proximidad nos permite conocernos mejor, compartir nuestros talentos, apoyarnos, ayudarnos, entrenarnos. Todo esto teniendo en cuenta nuestras edades, nuestra salud, nuestros temperamentos...
Reconocemos que somos privilegiados. La casa está rodeada de flores, el barrio es tranquilo y agradable.
¡Así que en todas partes continuemos viviendo nuestra misión de alabanza, intercesión y servicio!
Anne-Marie, Jeanne et Jeanine