Las Hermanas de Argentina, prácticamente estábamos comenzando los cursos escolares y parroquiales, cuando se comenzó con la cuarentena, al ver lo ocurrido en Italia y España. Es un momento que nadie nos lo esperábamos.
Desde la Comunidad de Luján, estamos viviendo este tiempo como un momento de gracia, al tener más tiempo para la oración, la reflexión, el encuentro entre nosotras y el descanso.
Pero por otra parte, escuchar las noticias de la situación que viven otras personas, causa sufrimiento e incertidumbre. También es una preocupación el no saber cómo está la gente pobre que conocemos, si tiene alimento para comer, si tiene sus necesidades básicas cubiertas, pues no toda tiene medios de comunicación para conectar con ella. Es un sentimiento de impotencia. Sí que compartimos con algunos casos necesitados.
A nivel parroquial, el párroco nos ha sugerido la posibilidad de elaborar algún material para los niños de catequesis, que se pueda compartir por los medios online, pero vemos la dificultad de que no todos tienen el acceso a esos medios.
Las Hermanas Gabriela y Karina, cada una desde su comunidad, han tenido que preparar el material de las asignaturas que imparten, para poder compartirlo por Internet con sus alumnos respectivos. Está siendo un nuevo reto. A la vez nos damos cuenta de cómo estos medios de comunicación nos rompen las “fronteras físicas” y nos ayudan a superar algunas dificultades en este momento.
Las chicas que están en nuestro CAMPUS (Residencia de estudiantes universitarias) de La Plata, han pedido a las Hermanas exponer el Santísimo, y lo están haciendo todos los días por la tarde.
Como no vamos a poder celebrar el Triduo Pascual en nuestras parroquias, al estar en cuarentena, Karina está animando a jóvenes que conozcamos, a meterse en un grupo de WhatsApp, para vivir estos días de un modo diferente. La intención no es que sea grande el grupo, para poder acompañarle mejor.
La Hermana Albina, desde la residencia de ancianos donde está, nos envió un mensaje compartiéndonos alguna fotografía y mensaje. Y como toda la gente, transmitiéndonos el deseo de que esta situación termine lo antes posible.
Lo bueno que, entre nosotras, en algunos momentos celebramos encuentros “juntas”, a pesar de las distancias.
En nuestra oración tenemos presentes a toda la gente que está sufriendo por esta causa, y de un modo especial, por la gente de La Puye.