He visto en un mensaje que me ha hablado mucho: “Con las puertas den las iglesias que se cierran alrededor del mundo es tiempo de mostrar a la humanidad que la Iglesia no es un edificio. ¡NOSOTROS somos la Iglesia! "
Durante los últimos cinco días, he estado sola en casa, porque nuestro Primer Ministro y nuestros responsables provinciales nos alientan a limitar nuestro contacto con los demás. Me ha sorprendido mucho percibir cuántas personas a mi alrededor no parecen darse cuenta de la importancia de este simple gesto. ¿Creemos que somos "intocables" o "demasiado jóvenes para contraer el virus" o que "no es tan peligroso como eso". Pero ya se habla de demasiadas de personas que ponen en riesgo la vida de otros. Me gustaría compartiros la importancia de vivir como Iglesia viva, Iglesia universal, Iglesia que está en los brazos de Dios.
Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, nos invita a vivir nuestra fe orando unos por otros, y de manera especial, a los pies de la Virgen María, pidiéndole que interceda por nosotros ante su Hijo. Nos recuerda la importancia de: "gestos de ternura, afecto, compasión,... por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica...”
Como Iglesia, tenemos miembros que están en el centro de la epidemia, como médicos, enfermeros y enfermeras, auxiliares, etc. Hay quienes piensan en sus vecinos que no pueden salir, quienes se animan con gestos sencillos, quienes hacen cadenas de oración… Hay quienes están allí para mantenernos informados, quienes nos dicen: "ánimo, juntos saldremos de esta".
Como las imágenes hablan más que las palabras, me gustaría compartir con vosotras dos imágenes que circulan en internet para decirnos que nuestro Salvador está con nosotros.
Me gustaría compartir con vosotras las estampas de varios oratorios de nuestras hermanas en todo el mundo que responden a la invitación a orar de nuestra Superiora General.
"... que se encienda una vela ante nuestros Santos Fundadores y que en todas nuestras casas se rece el rosario en comunidad y en comunión por esta intención”.
"Somos sus signos en el mundo". (Sor Maria Laura)
“¡Cumplamos nuestra misión! Aquí y ahora, se traduce en oración, mensajes de comunión, apoyo, confianza, aliento, pacificación enviados a nuestros seres queridos, a nuestros amigos, a la Familia de las Hijas de la Cruz, a los vecinos, a los profesionales de la salud. Expresemos nuestra compasión, nuestra benevolencia, nuestra oración. "(Susana Felice)
Sí, en pie, unidas, en la Iglesia, testigos de Cristo resucitado, ¡veremos surgir la vida!
Marie H. Moquin, fdlc