Del 3 al 9 de febrero, las Hermanas de América Latina y Susana (Superiora General), vivimos unos días intensos con nuestras Hermanas del “Camino de la Alianza”: las Hermanas de la Compasión y las Siervas de María y sus respectivas Superioras.
El encuentro oficialmente fue en Lima (Perú), pero en el Aeropuerto de Ezeiza, ya nos juntamos con algunas de las Hermanas de las otras Congregaciones.
Al llegar, donde nos acogieron como si nos conociésemos de toda la vida. Y al día siguiente, comenzamos conociendo parte de la ciudad -de la parte antigua y de la nueva- terminando en la comunidad de las Compasionistas, donde disfrutamos de varios bailes típicos y un encuentro entre nosotras bien fraterno.
A partir del día 5, estuvimos trabajando juntas, siguiendo las orientaciones de la Hermana Marta Restrepo, de la Compañía de María. Tuvimos momentos para conocernos un poco más, conocer la historia de la Congregación, de la llegada a América Latina… ¡Llegamos todas en barco a Argentina! Las tres Congregaciones de una misma época, que nos dejamos transformar por el Concilio Vaticano II e integrarnos en los pueblos, en las comunidades.
Compartimos nuestra situación actual, nuestros compromisos, nuestras inquietudes, nuestros deseos…
El viernes 8, -último día de trabajo- reflexionamos qué palabras resumirían lo que queremos vivir, ya que, esto no se podía quedar en un encuentro puntual, sino que debía de ser el comienzo de un compromiso entre nosotras. La que más repetimos, que en realidad no es una sino dos unidas, fue: Comunidad-Alianza.
A la noche terminamos con una fiesta, compartiendo bailes y canciones de países que estábamos presentes, y un toque de humor inolvidable.
Terminamos con otro madrugón, para tomar el vuelo a Argentina, pero hasta algunas Hermanas tuvieron el detalle de levantarse temprano para despedirse de nosotras.
Gracias, Señor, por este encuentro fraterno. Que la gracia de tu Espíritu nos ayude a vivir nuestro compromiso, unidas, en familia, en comunión, en Alianza...